25 de octubre de 2011

¡Que mueran las méndigas brujas!



     Este fin de semana celebramos la noche de Halloween ¿Recuerdos míos de esas fechas? Muchos. En San Luis, Monterrey y Aguascalientes. Competía por tener el mejor disfraz, el más aterrador; ya logrado, salíamos a la calle vigilados por las mamas, o solos, ya cuando teníamos de ocho a diez años a tocar puertas y a cantar.
     -¡Halloween, halloween, halloween llegó, y queremos que nos den algo de comer!
     ¿Leíste lo anterior cantando? ¿Sonreíste al recordarte así? ¿Recuerdas el desparpajo de tus gritos a la hora de cantar? No importaba la entonación tanto como el volumen, tenían que oírnos en la casa esa. Y salían. ¿Recuerdas la emoción y el sentimiento de riqueza que te daba el que te pusieran dulces en tu bolsa?
     Pero por el bien de las tradiciones mexicanas, también yo apoyo: ¡Halloween debe desaparecer! Estoy convencido de que lo extranjero atenta contra todo lo autóctono. En los últimos tiempos nos han invadido de “tradiciones y juegos” extranjeros. La cruzada que los colegios están haciendo contra esas cosas foraneas, tiene todo mi apoyo, ¡por supuesto que si! Qué son muy bonitos recuerdos tuyos esos de pedir dulces, si ¿y qué?; Qué ya pintaste emocionada tu también a tus hijos y saliste ahora tu a cuidarlos a ellos para que pidan dulces, si ¿y qué?; Qué te emocionaste cuando con unos ojotes tus hijos te mostraban sorprendidos su dulce tesoro, si ¿y qué?; Esta noche de Halloween mi hijo no se disfrazará de nada. Hay que cuidar lo nuestro, ¡punto!
     ¿Que qué es lo nuestro? ¿Con que podemos jugar o festejar y que sea muy mexicano? ¡Hombre por Dios!
     Ahí tienes la piñata, muestra de la imaginación de… ¿los españoles?… ¿ellos de los italianos?… ¿ellos de los chinos?... Ok, sigo… ¡Perdón! Se me salió lo de ok… Muy bien, sigo.
     ¿Qué me dices del trompo? ¿Cuantas veces no jugaste con él? Tan famoso y tradicional juguete mexicano, que hasta Virgilio lo menciona en sus escritos en… ¿La Italia en el siglo I A.C.? No, este no cuenta.
     ¿Jugar a la mamá con muñecas? ¡Vaya! Este sí, ¡por fin! Este no es importado…  aunque todas las mujeres en todos los tiempos lo han jugado…  cada niña trae eso en el alma, ¡Uffff!
     ¿Y el yoyo? Otra maravillosa muestra de lo mexicano… ¿traído de China por conducto de los españoles?... Tampoco este.
     Bueno, ¡ya viene la Navidad!… ¡Upss! Festejo católico… Jesús no era mexicano, entonces…
     ¡Día de Muertos! ¡Ya salió uno muy mexicano! Ya se celebraba en tiempos precolombinos en toda Mesoamérica… ¡Yes!... Digo ¡Si!
     ¿Sacrificios humanos? En estos tiempos del narco hay muchos, aparte, como que a la autoridad judicial no le gustan. Y para acabar con esa tradición, están las tablitas esas de Moisés con los diez mandamientos que dicen que eso no está bien (¡y que injustamente para las mujeres solo son nueve!).
     ¿Los Reyes Magos? Neee, uno hasta negro era, y al único mas o menos así que conozco es mi compadre el telefonista, y el es solo moreno fuerte.
    Mmmmm…
     ¿El Wii cuenta? ¿No? ¿¡Por qué no!? ¡Ya es una tradición que nuestros niños mexicanos se queden horas frente al televisor mordiéndose la lengua y babeando!…
     ¡La Lotería! En una carta hay un borracho envalentonado por el licor, al lado de una cantina y todo harapiento… ¡esta si es mexicanísima!… no, es de origen romano.
     ¿El Internet?...
     ¿La Blackberry? ¿El iphone? Ya son tradicionales en México, ¿o no?
     Me pongo a buscar y lo que abunda (no todos) son juegos, rituales, costumbres y hasta manías de otros lugares y tiempos, ¿ok? Traídos y adaptados a nuestros tiempos y lugares… ¡y está bien! Vámonos dejando de babosadas y de nacionalismos ñoños, tomemos lo bueno que cada cultura nos ofrece y enriquezcámonos. Que venga el niño Dios, Quetzalcóatl, Santa Claus o los Reyes Magos, pero que nos haga felices. Si te gusta un grupo de rock extranjero, ¡que bueno! Si no, vete a ver al mexicanísimo Ballet Folclórico de Amalia García (háganme el favor, busco en el diccionario de la REAL ACADEMIA ESPAÑOLA que es el que se usa, y la palabra Ballet no es mexicana)
     ¡Chale! Y en México no hablamos español, ya hablamos mexicano… de origen español.
     Todo esto esta definido en un concepto: Sincretismo cultural.
     Y saben que, ahí se quedan leyendo, voy a buscar el disfraz de momia para el Rafita, no vaya a ser que se acaben y nos quedemos sin pedir halloween.
     ¡Good bye!... digo, ¡adiós!

18 de octubre de 2011

Andando V. Mediterraneo y Africa

La Torre de Pisa. Campanario.
     Salimos de Roma rumbo al Mar Mediterráneo. Manejando rumbo al norte, la intención es llegar hasta el sur de España, pasarnos a África para después subir hasta Madrid de nuevo, pero para eso íbamos a recorrer 3,200 kilómetros en diez días. Después de manejar 350 kilómetros llegamos a una parada obligadísima: Pisa. En esa ciudad solo seguimos las indicaciones y llegamos fácil. El complejo donde está la torre inclinada es muy grande, tiene un inmenso jardín donde se encuentra la gigantesca Catedral de Pisa con su también inmenso bautisterio. La torre es la mas pequeña de las construcciones, porque es solo el campanario. Cuando me pongo en su base, sí siento que se me viene encima. Después de lo que vimos en Roma, esta es chiquitita. Al igual que la inmensa catedral y el bautisterio, son de mármol de la vecina Carrara . Nos tomamos las fotos de rigor y nos vamos.



Casa de Cristobal Colòn.
Genova.


     La siguiente parada fue Génova, donde vimos una replica de la carabela de Colón y su casa de cuando era niño chiquito (¿?). Dormimos. Allí, me imagino que por cansancio, perdí un reloj que deje olvidado en el hotel. Pasamos a Mónaco, donde nos llegamos al casino. Mónaco es un principado independiente. Todo lujo pero muy pocas cosas que ver o hacer, que no sea jugar en el casino. Foto con Adan y Eva, escultura en el jardín del casino, del escultor colombiano Botero. Frente al casino había automóviles carísimos, yo me acerqué a ver un fabuloso Ferrari, pero estaba un Bugatti, un Saleen, un Mercedes sabe que, coches que ni sabía que existían. Un “depa” allí, de 65 m2 cuesta como nueve millones de pesos mexicanos. Pulcrísimo. Dormimos en Niza y a la mañana siguiente nos paramos en Marsella. Hicimos un recorrido por su Bahía en un pequeño autobús guiado, pero realmente no es muy turístico. Aquí fue donde me di cuenta de que perdí mi reloj, eso hizo que el viaje en esa parte fuera más tedioso. Hablé a Génova al hotel y les pedí que si lo encontraban, me lo mandaran a Madrid; les di la dirección del Hostal. Ese día me propuse llegar hasta Barcelona de una manejada sin parar. Y llegamos, de noche, pero llegamos. Pasaríamos dos noches en esa ciudad, pero el hablar otra vez español me reanimó.

Adan y Eva. Jardin del Casino.
Monaco.

     Barcelona es elegantísima, posiblemente la ciudad más elegante de España. Encontramos hotel cerca de la Diagonal, una avenida que cruza a una ciudad perfectamente planeada en la parte tradicional. Al día siguiente nos fuimos a La Plaza Cataluña desde donde comenzamos a recorrer la Rambla, paseo peatonal desde la Cataluña hasta plaza Portal de la Paz, que es el puerto antiguo y donde está una estatua de Colón apuntando al continente descubierto. Caminando por allí nos encontramos excelentes dibujantes, artistas vagabundos, las antiestéticas estatuillas humanas, florerías, aviarios etc. Pasamos a ver el antiguo Control de Navíos y nos fuimos al puerto viejo. Nos regresamos a la plaza Cataluña por el viejo barrio del Born (¡No conocí Santa María del Mar!) y pasamos a comer frente a la Catedral. Seguimos caminando hasta la Pedrera, edificio histórico construido por Antoni Gaudí que no me gustó, pero que es tradicional. Marcela se metió al Corte Ingles y compró para mí un reloj de material reciclado. Ya de tarde noche estuvimos alrededor de la plaza Cataluña comiendo montaditos y regresando a La Rambla a ver espectáculos callejeros de noche.
     A la mañana siguiente salimos del hotel con la intención de no volver, y mientras Marcela hacia el Check-out, me salí. Al lado del hotel había una tienda de ropa de rebajas. Me metí. Vagando en la tienda sin mucho interés, vi unos pantalones deportivos que me llamaron la atención, los tomé y le pregunte a la señorita por los probadores; me indicó donde. El pantalón, de muy buen diseño, me quedaba un poco grande y flojo, pero no me lo podía ver bien por la cercanía del espejo en el reducido probador. Abro la puertita y me salgo para vérmelo mejor y en eso llega la dependiente.
     -¿Cómo le ha quedado? –Me pregunta.
     -Creo que me queda un poco flojo. –Contesto sinceramente viéndome por adelante y atrás en el espejo.
     -¡No hombre que va! Le ha quedado de maravilla, como tiene buen culo.





     -Déjame lo pienso bien, gracias. –Y me metí de nuevo al probador pensando que el pantalón estaba roto de sabe donde. Mientras me lo quitaba, volteaba a todos lados a ver si veía las cámaras ocultas, pero no vi nada, estaban muy bien camuflajeadas y no, no estaba roto el pantalón. “¡Las cámaras deben estar en el piso!” Pensé. Me salí sin comprar nada y me fui a la esquina a ver revistas. En una de cuidados infantiles decía: “Como limpiarle el culito a tu hijo” y caí en cuenta a que se refería.

Control de Navìo.
Barcelona.

     Salimos y nos fuimos a la Sagrada Familia. Yo no me lo esperaba, porque ni había oído hablar de ella, pero es enorme, y con perdón para los puristas, es caótica, con todo el sello de Gaudí, pero es impresionante. Gaudì es el genio catalán por excelencia, y murió como mueren los grandes: súbitamente: Se fue haciendo para atrás (como yo en el probador) viendo su obra, y no se dio cuenta de que estaba parado en el paso del tranvía… Adiós.
     Llegamos a Granada a media mañana y nos alojamos frente a la Alhambra que visitaremos al día siguiente. Nos fuimos en un tour al barrio gitano, pero todo ficticio, montado para turistas, y a mi los gitanos me caen gordos. Nada que ver. Por la mañana nos metimos a la Alhambra, la joya de la ciudad. Pasamos por el Palacio de los Leones con su fuente; el Patio de Mexuar con sus dos puertas, una al palacio y otra a ninguna parte… por eso de los ladrones. El fantástico patio de los arrayanes con su enrome pila y la gran Torre de Comares lleno de alabanzas escritas en sus paredes. Seguimos al patio de los leones con su fuente. Y de allí nos pasamos al Palacio de Carlos V (No confundir con el chocolate) que desentona del lugar; cuadrado por fuera, redondo en su patio… no feo, pero si fuera de lugar. Y a los jardines del Generalife, la parte más bonita de la Alhambra; fue casa de retiro de los Reyes Musulmanes de Granada que tiene entre otras cosas el patio de Ciprés de la Sultana, los Jardines Altos, el Patios de la Acequia, etc. Todo aquí concordante y de un gusto exquisito que lo llevaron a concederle el titulo de Patrimonio de la Humanidad.

La Sagrada Familia.
Barcelona.

     En Granada ciudad, comimos en El Corte Ingles una riquísima sopa de melón fría (¡a ver Pepina!) y Carpaccio de res. Nos fuimos a la Capilla Real de Granada donde están los sarcófagos de los “Reyes Católicos” Fernando II e Isabel I y Felipe “El Hermoso” y Juana “La Loca” (tampoco confundir con Juan Gabriel, el cantante mexicano). Hay una vibra especial al estar contemplando los ataúdes de estas trascendentales personas.

Sarcofagos de los Rayes Catolicos. (Izquierda.)
Granada.

     De allí condujimos a Algeciras, pasando por Málaga, Marbella y el Peñón de Gibraltar al que no entramos por que Marcela le dio miedo. Algeciras es feo, pero es porque es un puerto. Allí tomaríamos el Ferri que nos llevaría a Marruecos, en África. A la mañana siguiente hice un coraje por que no nos respetaron la reservación para dormir en Tánger, así que solo iríamos y regresaríamos el mismo día, y yo quería pasar una noche en África. Abordamos el ferri a las 7 am. Llegamos a Ceuta, que es la parte española en África y comenzamos el paseo no sin antes ¡entregar nuestros pasaportes! ¡Por Alá! Se mueren de hambre, necesitan las divisas, pero ponen trabas para entrar…. ¡bueno! Carreteras desoladas a diferencia de las carreteras de España, a solo unos kilómetros de allí. Cartelones por todos lados del Rey Mohàmed VI felicitándolo… ¡porque ese día era su cumpleaños! Llegamos a la medina en Tetuán, que es la ciudad antigua, amurallada y más representativa de Marruecos.

     Nos metieron al zoco (mercado).
El patio de los Arrayanes. Granada.
     Hay hombres no muy limpios, sentados y fumando; muchas de las mujeres llevan por lo menos el Hiyab, que les deja la cara libre, pero hay otras, me explican, que llevan el Niqab que solo les deja los ojos descubiertos porque alguna culpa tuvieron (¡como ver a los ojos a un hombre!). En una carnicería veo que una mujer señala un bulto negro que cuelga del techo, el carnicero le da un golpe y queda una pierna de animal roja… ¡estaba cubierta de moscas! Le parte un pedazo, lo envuelve el papel y casi se lo avienta. Aquí no hay nada maquillado para los turistas, este mercado es un cochinero, pero sí es tradicional de Tetuán. Allí comimos en un restaurante de turistas y despùes nos metieron a que nos vendieran alfombras. Ya me iba sintiendo robado por los del tour. Estuvimos como cuatro horas en el zoco. Salimos en el autobús a Tánger… ¡solo a ver la zona hotelera! Tánger es la ciudad más al norte de Marruecos que da al Atlántico. Me paro en la costera y veo una hermosa playa enorme, del malecón a la orilla del mar deben de ser cien metros o màs de arena plana; llena de gente, mitad hombres mitad mujeres: todos ellos en traje de baño, ellas… en Niqab (¡P.M.!). Hay tres españolas en bikini con una perrada de marroquies detrás de ellas, porque las extranjeras sí pueden usar bikini. Las pobres musulmanas, nunca se podrán asolear en la playa (no se si haya solo para mujeres... Playas, porque show no). Pienso en mis tres mujeres en Aguascalientes y me entra la urgencia de salir de este país. A la hora que nos regresan nuestros pasaportes, le agradezco a Alá que no nos hayan respetado la reservación. Llegamos de noche a Algeciras a dormir.
Tanger. Marruecos. Àfrica.

11 de octubre de 2011

Andando IV. Roma.


Castllo Sant`Angelo . Desde Vìa de la Conciliaciòn.
      La basílica de San Pedro, su plaza y los Museos Vaticanos se llevaron todo el primer día. Cuando salíamos de la plaza, me di cuenta de que apenas había comido y solo nos habíamos sentado un momento, pero así es allí. Marcela y yo estábamos extenuados y nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente nos llevaron del hotel a San Pedro. El pequeño autobús nos dejó frente al Castillo Sant`Angelo, que inicialmente era el Mausoleo de Adriano, siguió como edificio militar; fue terminado en el año 139. El nombre de San Ángelo viene de que el Papa Gregorio I “vio” al Arcángel San Miguel que envainaba su espada y le anunciaba así, la terminación de la peste.
     ¿Imágenes de Roma? El Coliseo Roma es la más representativa sin lugar a dudas, pero nos quedaba muy lejos, entonces nos fuimos caminando a la Plaza del Popolo. Esa plaza ¿por qué creen que se llama así? Exacto, porque allí está la Basílica de Santa María del Popolo. Data desde el siglo X.


Plaza Navona.
Fuente de los cuatro rios.
 
     La ciudad tiene una calle angosta desde donde te puedes mover a muchas de las cosas que te ofrece Roma: Vía del Corso, que va desde La Plaza del Popolo hasta el Monumento a Vittorio Emanuele II. Así, caminando por ella nos encontramos, a una cuadra la calle, el Mausoleo a Augusto, monumento en ruinas, pero aun muy sano que esta allí desde hace mas de 2,000 años. No hay visitas, así que, después de verlo por fuera, nos regresamos a la Vía del Corso y nos topamos con una iglesia, ¿su nombre? San Carlo al Corso. Pasamos por la plaza del parlamento y volvimos a dejar Vía del Corso para ir a la Plaza Navona, una plaza grande, muy larga y poco ancha que tiene tres fuentes; La más grande y bonita es la central: La Fuente de los Cuatro Ríos hecha por Bernini. Frente a la fuente está la iglesia Sant`Agnese in Agone, hecha Borromini. Estos dos nunca se quisieron, tan es así, que cuando Borromini terminó la iglesia, Bernini puso en su fuente a uno de los hombres que representaba al Rio de la Plata con la mano como cubriéndose, por si la iglesia se caía (leyenda, por que la fuente fue primero). La plaza es el mismo espacio que hace dos mil años tenia el Stadium de Domiciano y tenía capacidad para 30,000 espectadores. Salimos de la plaza, rodeamos el Senado para verlo por fuera y nos seguimos por la Vía Giustiniani; allí había una tienda de conveniencia (tipo Oxxo) al lado de un Mc Donald`s, compré unos Marlboro y salí; de Mc Donald`s salió un tipo con ropa militar, periódico en una mano y coca-cola en la otra, y hablando en ingles me pidió un cigarro, yo se lo di.
     -¿De donde eres? –Me preguntó en ingles fluido.
     -México
     -¡Ah! ¡Chiapas! ¡Marcos! –Exclamó.- ¿Cómo les va con él?
     Mmta ¡Pa mis pulgas! Con gesto de reprobación le pedí el periódico, cuando me lo dio, le hice ver que la hoja entera era México, un pequeño anuncio lo señalé como Chiapas, en una letra del anuncio, le dije que eso era el territorio de Marcos. Me miró confuso, como decepcionado. Mi mamá veía divertida la discusión.
     -Entonces ¿México no está en guerra? –Insistió el baboso.
     -No. Y los mexicanos pensamos que Marcos es un pobre loco. –Mi inglés de indignación estaba fluidito.
     -¿Todos?
     -La mayoría.
     -Es que mira. –Me dijo y me enseñó el nombre del periódico: “Il Manifesto” Diario comunista. Y se despidió de mano aun confuso.
     -¡Espera! –Ya me había salido lo Arellano, no lo iba a desperdiciar. Él se regresó.-¿Tu eres comunista?
     -Sí. –Contestó medio orgulloso.
El Panteon de Agripa.
Despùes del "comunista".
     -Explícame, ¿qué haces saliendo de Mc Donald`s? Traes una Coca-Cola en la mano, me pediste un cigarro americano –Solté una carcajada de buena gana, no hostil-, ¡y estamos hablando en ingles! –El tipo también se rió, me dio una palmada amigable en el hombro y se fue.

La luz del oculus dirigiendose al sarcofago
de Vittorio Emanuele II

      Allí frente estaba El Panteón de Agripa, ¡ufff! Construido hace dos mil años, está un poco ruinoso por fuera, pero pensándolo bien, me imagino que es intencionado para darle ese toque tan especial que tiene. Nos metemos. ¡Impresionante! Con cuarenta y cuatro metros de alto, tiene una inmensa cúpula coronada con un enorme agujero de nueve metros llamado el oculus (ojo) que es la única iluminación del lugar; escucho a un guía de turistas diciendo que el haz de luz que entra por el oculus, ilumina las tumbas de las personas que estan allí, uno de ellos Vittorio Emanuele II, que debe de ser, pienso yo, alguien muy importante en Roma y la luz le pega directamente a su monumento mortuorio, que es también extraordinario. El interior del Panteón esta inmaculado, a pesar de que la abertura está a la intemperie. Obvio, ya es una iglesia que esta dedicada a Santa María de los Mártires, pero nadie le hace caso a esa minucia, es El Panteón de Agripa, o La Rotonda para los romanos actuales. Leyendo sobre Marco Vipsiano Agripa, era, entre otras cosas, un general que se enfrentó a Cleopatra VII (Cleopatra pues).
     De allí seguía un lugar al que yo ansiaba ir; vi el plano para llegar de frente y no de lado y tener que verla poco a poco. Llegamos por la Vía de San Vicenzo: Preciosa, blanca, grande, la Fontana di Trevi es uno de los lugares mas concurridos de Roma. Con cuarenta metros de ancha, es de mármol de carrara. En el centro, en la exedra, está Neptuno y a su lado dos tritones domando furiosos caballos. Neptuno tiene a los lados a Abundancia y Salubridad. Y agua, mucha agua cayendo de incontables lugares. Muy linda, y más porque Malú había estado allí y por ella tenía tantas ganas de verla. Tiré mi moneda por encima de mi hombro derecho para volver en el futuro y me senté a verla tranquilo. (Sacan de la fuente el equivalente a $30.000.00 ¡diarios! mx).

La preciosa Fontana di Trevi.

     -Vamos a que conozcas el Monumento a Vittorio Emanuele por ultimo hoy. –Me dijo Marcela.
     -Está muy lejos y no es muy famoso pero vamos. Antes hay que buscar algo para comer.
     En Venecia, Florencia y Siena nos había ido mal en las comidas, le atinábamos siempre a los meseros y restauranteros más nefastos. Regresamos a Vía del Corso y nos encontramos con un Autogrill, que ya nos habíamos encontrado en las carreteras: Bufet sin meseros. Fácil, tomábamos lo que nos apetecía ya servido en plato, pagábamos y buscábamos mesa; sin cobros ocultos, sin meseros pedantes y apestosos.
     Ya es media tarde. Caminamos toda la calle hasta el Monumento a Vittorio Emanuele, que está frente a la Plaza Venecia. Yo no estaba muy convencido de desviar así mi ruta por un “monumento”, pero Marcela insistió… llegamos.   

Monumento Vittorio Emanuele II.
En la primer parte blanca abajo, hay gente.

     ¡IMPRESIONANTE! (Perdón por los calificativos y su recurrencia, pero es Roma). Monumento de 135 metros de largo por 70 metros de altura de mármol blanquísimo, dedicado al primer rey de la Italia unificada. Antes de irme sobre el monumento, veo a la izquierda la Columna de Trajano, de más de 30 metros de alto, allí desde hace 1,900 años con la estatua de San Pedro, pero el Vittorio Emanuele me grita que vaya. Con unas enormes escaleras, tiene a medias muchas columnas corintias; de cada lado, en lo alto, tiene dos diosas Victorias. En el centro está una estatua del rey Vittorio Emanuele II. Aquí también esta la tumba del Soldado Desconocido con su llama eterna. Tiene varias fuentes. Los italianos lo llaman también el Altar a la Patria. No había nada más que ver, el monumento merecía ser lo último que veríamos ese día. Pero ya que nos íbamos, repare en un edificio enorme que se veía a lo lejos, a la izquierda el monumento: El Coliseo.
     A la mañana siguiente nos dirigimos en el autobús al centro de Roma, nos dejó frente a los Museos Vaticanos. En Roma, el metro como lo conocemos, tiene solo dos líneas. Hay trenes urbanos, pero como metro, dos líneas. Ya había hecho el itinerario la noche anterior, así que nos dirigimos a la primera. Igual que siempre en roma, el Coliseo es majestuoso. Como ninguno, el edificio más emblemático de la ciudad: 188 metros de diámetro, 50 de alto y en su tiempo construido por Vespaciano. Por fuera ya lo conocen ustedes. Por dentro tiene, en lo que era el sótano, debajo de la arena: un complejo sistema de túneles y calabozos en el que estaban los gladiadores, los condenados (cristianos por lo regular) y animales. Tenía montacargas y trampas que le daban continuidad al espectáculo. Ahora solo se ven los pasillos debajo de lo que fue la superficie, y que era de madera que ya no se conserva.
     De allí nos fuimos al Foro, pero pasamos a tomarnos la foto en el arco de Constantino, de 21 metros de alto.
     El Foro, es lo que fue el centro de la ciudad imperial, ahora solo se conservan portentosas ruinas.
     Salimos a espaldas del Vittorio Emanuele II y nos dirigimos al Museo Capitolio a ver la Loba Capitolina, ¿recuerdan? Aquella que amamantó a Rómulo y Remo, fundadores de Roma. Pasamos a la Plaza de Argentina en el antiguo Campo Marte y llena de gatos y su olor. A la Plaza de España llena de jóvenes.
     Muy bien, dejé lo que sigue para el último. En Roma hay cuatros Basílicas Mayores, ya habíamos visitado San Pedro, faltaban San Pablo Extramuros, Santa María la Mayor y San Juan de Letrán. Nos dirigimos a San Pablo Extramuros: Aquí está enterrado el apóstol, es enorme, pero menor a San Pedro. Aquí están también los medallones con las pinturas de los Papas, que dicen los ingenuos (imbéciles), que cuando se acaben los medallones para pintar mas Papas, el mundo se acabará. Hay solo dos vacios. Nos lanzamos a San Juan de Letrán. Ufff Maravillosa Basílica. Igual que San Pedro y San Pablo, no hay servicios religiosos recurrentes y se puede apreciar por completo. Dentro de ella hay doce enormes y maravillosas esculturas de los doce apóstoles. Pudiera ser que “compita” en belleza con San Pedro, pero es mucho menor. Consagrada en el año 324, es la Catedral de Roma (San Pedro no lo es) y tiene el titulo de Archibasílica de San Juan de Letrán. Frente a ella esta la Escalera Santa, traída del palacio de Poncio Pilato en Jerusalén; fue la que Jesús usó para subir y ser juzgado el Viernes Santo; hay que subirla hincado (no la subí). Por ultimo, Santa María la Mayor. Aquí también existe una capilla Sixtina (El Papa Sixto mandó hacer las dos). Es la única que tiene un enorme campanario como tal, una torre alta. Ésta Basílica es más convencional que las otras, solo que aquí tiene una reliquia excepcional: ¡Parte de la cuna de Jesús de su nacimiento en el portal de Belén! (¿?) Está en una preciosa urna al parecer de oro.
     (Nota aparte. Estas son las Basílicas Mayores de Roma, deberíamos saberlo todos los católicos: En un Rosario de los tradicionales, en cada misterio hay unas laminitas grabadas, es donde se pronuncia el misterio y el Padrenuestro, en cada laminitas de esas, está una Basílica Mayor. Chécalo.)
     Nos despedimos de Roma a la mañana siguiente, yo ya iba más añorante de mis lugares y mis mujeres, y el irme de donde había estado Malú me puso más pesaroso. Nos faltaba regresarnos a España manejando por toooodo el mediterráneo y le prospectiva me fastidiaba más.

4 de octubre de 2011

¡1000! y Andando III


¡1,000 visitas!

     Cuando comencé a escribir estas cosas semanales, no me puse metas ni objetivos mayores, solo el placer de escribir. La semana pasada llegue sin proponérmelo a más de mil visitas de cinco minutos en mi blog, procedentes de diez países. Sí me sorprende el número, pero no sé si es rápido o me tardé mucho. He hablado del viaje a Europa, de la Fifí, de mi afición a torear, de mi experiencia en el mundial 86, del viejito español; también me he exasperado en el de Monterrey sobre la tragedia del casino y en Decidamos que no, pero decidamos nosotros, pero todo esto es lo que soy. Falta uno, El Grande, el de mi familia y sus integrantes, pero ese no lo he sacado porque tiene que ser perfecto. Los más visitados, cosa que agradezco, son el de dos personas entrañables en mi vida: el de ¡Cuidado con la serpiente, te va a morder!... de Gustavo Aceves y el del Me tocó a mí, de mi Profe Luis Oros; éste ultimo es el que mas nervioso me puso. De músicos, poetas y locos....todos tenemos un poco, creo que la diferencia es que yo me atreví. Créanme, si hay mucha presión al poner cosas no sabiendo como reaccionaran los lectores del otro lado… pero me han tratado bien. A los mexicanos, estadounidenses, canadienses, rumanos, alemanes, italianos, españoles, rusos, chilenos y singapureses… ¡Gracias!


Andando III

     Venecia. Pero antes de seguir, quiero precisar: todos sabemos que existe Venecia: Las góndolas y los gondoleros… Venecia es más, mucho más que esa estampa. Pero muchos no sabemos (yo no lo sabía) que Venecia es una isla… casi completamente artificial: Esta construida por el hombre sobre madera…sí, sobre madera. Se encuentra en la mitad de la Laguna Véneta, localizada en el mar Adriático, que a su vez es parte del Mediterráneo, entonces, el agua de Venecia es agua de mar, por eso huele a mar; es una isla ypor lo mismo no está tierra adentro. Ve a Google Maps, pero primero lee artículo, es mejor. Sigo.
     Salimos del estacionamiento y nos paramos a la orilla del Gran Canal a esperar ¡el transporte público! Sí, hay vaporetos, que son el equivalente al autobús citadino, son unas lanchas enormes muy estables. El Gran Canal es la vía más ancha de Venecia y la atraviesa en una enorme “S” que comienza cerca del estacionamiento y termina en la Plaza de San Marcos. En Venecia hay infinidad de puentes, pero solo tres cruzan el Gran Canal: El Puente de los descalzos, atrás de la estación del ferrocarril; El Rialto, el más antiguo y más bonito de los tres y el de La Academia. El primero y el tercero son los más sencillos. El Rialto es grande y de mármol, está lleno de venta de baratijas, pero sí es muy bonito. Nos bajamos del vaporeto y nos metimos en el “hotel”, que era una casa en la que se rentan habitaciones. Venecia está siempre llena de gente, así que fue mucha suerte encontrar hotel allí; los tours se hospedan en Mestre, localidad situada frente a Venecia en tierra firme. Nos nos fuimos de inmediato a La Plaza de San Marcos. Enorme espacio que alberga la inmensa Basílica y plaza que llevan el nombre del mismo Santo y el palacio de los Duques. La Basílica es monumental, pero en su interior los pisos parecen olas del mar, se pagó el precio de construir casi en el agua, pero sí es impresionante y bueno, ya tiene mil años. La plaza está llena de cafés y para amenizar, verdaderos músicos virtuosos, cada uno compitiendo por atraer clientes. Lo mismo ves a un saxofonista tocando jazz, que a un violinista, que son los más, tocando individualmente a Mozart; algo en común, si están allí, es que son unos maestros interpretando sus instrumentos. El Palacio del Ducado es como la mayoría de las grandes construcciones de Italia, de mármol blanco. Tiene una cárcel al otro lado de un canal y para llegar a ella pasas por el “Puente de los suspiros” que tiene unas ventanas por las cuales los presos que iban para el calabozo, lanzaban un suspiro al ver de allí, por ultima vez en su vida, la luz del sol. Las demás construcciones importantes que vimos son: La impresionante Basílica de Santa María de la Salud, el Palacio Grassi, el Palacio Delfin Manin, La Academia, con pinturas que datan del siglo XIV. Ya por la noche nos regresamos a la Plaza San Marcos a regalarnos un café viendo a un chelista extraordinario; en mi caso, cualquier instrumento en el que se use arco para interpretar melodías, me mata. Dormimos y al día siguiente nos pusimos a ver lo que nos faltaba. Nos sentamos a comer frente a la Basílica de San Marcos en una terraza que ofrecía el menú a sabe cuantos miles de Liras italianas, que eran como setenta pesos mexicanos. La carta decía milanesa de res, ¡aah! Pues me trajeron de pollo y yo que ya me comí todo el pollo que me tocaba en mi vida cuando vivía mi papá; reclamé. Me dijo el sudoroso y apestoso mesero que eso era lo que había, que si no la quería, había unas diez personas esperando mi mesa… me la comí para no tener que hacer mas coraje. La cuenta llegó de casi el triple de las liras esterlinas iníciales, como doscientos cincuenta pesos por persona, ¿Y ahora por qué? “Ese era el precio por comer dentro del restaurante, en la terraza es mas caro”. Ya me estaba convenciendo de algo que me dijeron unos amigos: El único defecto que tiene Italia, es que tiene italianos. Nos despedimos en la tarde de una Venecia muy interesante. Ah, y las góndolas son solamente una imagen pequeña de esta ciudad y los gondoleros, no se la pasan cantando.
     Tres horas después estábamos de noche en Florencia, ya para entonces el interés por Italia iba “in crescente”. A la mañana siguiente nos dirigimos a La Galería Uffizi o Galería de los oficios, hecha por órdenes de la familia Médicis en 1560, de allí fuimos a la Academia de Florencia en donde se exhibe El David de Miguel Ángel… No lo ves, lo contemplas; es tan impresionante en sus detalles, que hasta crees que se va a voltear a decirte “¿Qué me ves?”. Solo le falta respirar. Si vimos mas cosas, pero mejor manejo hasta la próxima ciudad. Nos tardamos unas cuatro horas, con una parada en Siena y llegamos a Roma de noche a un hotel lejos del centro. Dormimos.
     Roma es la ciudad que alberga a otro “país”: El Vaticano (Ciudad del Vaticano). Por la mañana el taxista nos dejó en la vía de la Conciliación que va desde el Castillo Sant'Angelo a la Plaza de San Pedro; desde aquí, la Basílica luce enorme. Ya de cerca no es enorme, es gigantesca y de un gusto exquisito. En el Vaticano, a pesar de las creencias generales, NO SE VENDE NADA que no sean folletos para guiar las visitas. Ahhh, también venden hombreras de tela para que las mujeres no entren con los hombros descubiertos, en una exigencia de respeto al lugar. Entramos por la puerta de los Sacramentos, que esta inmediatamente antes de la puerta Santa, que solo el Papa puede mandar abrir y solo en los años santos. Ese año estaba cerrada. Al entrar por la puerta de los Sacramentos lo primero que ves es… La Piedad de Miguel Ángel. (Me quedé un rato sin escribir, buscando las palabras que pudieran adjetivar a esta increíble y grandiosa obra de arte… no las encontré, perdón.)Desde el Museo del Prado me di cuenta de que la escultura era lo mío y La Piedad me dejó sin aliento: sí hay dolor en la Virgen y los detalles son increíbles, hasta en las venas y los músculos de Jesús. La Basílica de San Pedro está llena de arte: En una pared hay una imagen de un Papa suspendido en los aires sobre una tela, asombrosamente real, ¿pintura? No, ¡mármol! En el centro está el altar papal y es la parte más alta de la Basílica, desde el suelo hasta la parte alta de la cruz de la cúpula hay 136,57 metros; para que los hombres me entiendan, casi cancha y media de futbol. Escéptico de toda la vida, pregunté  por la capilla a la Virgen de Guadalupe, amablemente me indicaron donde; Sí, sí hay y su nombre es Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe. Otra cosa, se le llama Vaticano por que ese era su nombre desde antes de la cristiandad: es La Colina Vaticana; y no es ninguna de las siete colinas tradicionales de Roma. El Tesoro Vaticano que se exhibe es como cualquier tesoro de cualquier casa real, una riqueza que si se vendiera, posiblemente alcanzaría para un tiempo de gastos de la Ciudad. En fin, si sigo describiendo más de San Pedro tendré que usar unos veinte “Hoy es martes”, solo quiero dejar testimonio de que es verdaderamente una joya que debería de estar entre las nuevas siete maravillas del mundo… y en los primeros lugares, recuerdo que conocí también la Alhambra de Granada, España y no le llega ni al Altar Papal.
     Por otro lado están los Museos Vaticanos que, después de ver la magnificencia de la Plaza en su conjunto, son mas “humildes”; el recorrido debería ser a la inversa, primero los Museos y después San Pedro. Solo arte. Lo que mas me gustó fue el Apolo de Belvedere, la Galería de los Tapices, la Galería de los Mapas, el Patio de la Piña, el Codex Vaticanus que contiene una copia del Nuevo Testamento fechado entre 1519 y 1536; la estatua de Antonio del siglo segundo a.c. Hay estancias, aposentos y capillas en desuso como tal, pero al final de todo el recorrido, está la joya, La Capilla Sixtina… chiquitita para la importancia que tiene en la historia de los cristianos, ya que allí se llevan a cabo las elecciones de los Papas. Son casi cuarenta y un metros de largo por casi trece y medio de ancho (Hombres: cabrían mas de seis capillas en una cancha de futbol), entrando no volteas a ningún lado que no sea al techo. Son cientos de figuras entre las que destacan Adán y Eva en el Jardín del Edén, el Diluvio Universal y por supuesto la Creación, donde Dios está tocándole el dedo al Hombre para insuflarle aliento. Las paredes también están llenas de frescos de diferentes artistas; el que mas me gustó fue el Bautismo de Cristo de Perugino y Pinturicchio.
     La Ciudad del Vaticano es mucho más que este recorrido exprés, pero la mayoría son cosas de inenarrable belleza y riqueza cultural… son miles y no acabaría nunca; me decanté por las más significativas para mí.
     Este recorrido ha sido largo y si sigo así, me quedaré solo con los tres lectores incondicionales del principio… y eso quien sabe. El próximo martes describo la que para mí es la ciudad más interesante del mundo: Roma.