15 de mayo de 2012

Criminales contra estudiantes.

         En el segundo semestre del curso 1984-85, el equipo “Bélgica” del bachillerato doble era el recién campeón del torneo interno de futbol del Instituto Cultural Manuel José Othón. Uno de los maestros que teníamos era el Lic. Gerardo Quirino, que impartía la materia “Historia del Arte”. Quirino también cobraba en el Gobierno del Estado como Director del Centro de Readaptación Social de la avenida Juárez… Director del penal pues. Roberto Palacios (a) “El Patas” siempre se llevó muy bien pero muy fuerte con él.

        
-¡Somos campeones Quirino! –Le decía molestoso Roberto al licenciado.
-Ustedes no son nada, tengo unos muchachitos que les pondrían un baile si jugaran contra ustedes.
-¡Usted dice cuando nos echamos ese partido!

         Pasaba el tiempo y Quirino y nosotros nos íbamos metiendo más en ese reto. El diciendo que nos pondrían un baile y nosotros diciéndole que nos hacían los mandados… Hasta que llegó la fecha.

-Andeles pues, los espero mañana a las 10:00 horas en la entrada del penal para que mis niñitos les pongan su baile. No se vayan a rajar por que ellos ya saben que ustedes van a ir.

El aniguo penal de la avenida Juàrez.
         ¡GLUUUP!

         Y que nos organizamos y nos llegamos hasta el penal. Recuerdo que apenas nos completamos con algunos compañeros de otros salones porque por alguna “razón”, estábamos solo once y no éramos solo del bachillerato doble. Mi compadre Germán también nos apoyó ese día. Nos hicieron pasar al primer patio donde estaban las oficinas y vimos a un personaje que en aquellos días era una celebridad; su apellido era Meade y saltó a la fama por que un día, en el balcòn de su casa, se le ocurrió limpiar un arma que había obtenido creo, de su paso por las fuerzas armadas estadounidenses. Alguien dio la voz de alarma y llegaron a su casa, en Carranza, unos uniformados a los que el dichoso Meade los recibió de mil amores con ráfagas de fusil. Terminó en el penal. Si alguien piensa que en los reclusorios hay internos de primera y de segunda, tiene razón: Él estaba en una área en la que no era posible que estuviera un recluso, debido a que en un momento dado podría salir corriendo en un despiste de los custodios de la entrada y fugarse. Pero no, él se veía cómodo en esa parte del penal, porque platicaba y reía con las secretarias y custodios y vestía bien, muy bien. Aun allí íbamos alegres y platicadores. Pasamos a la segunda aduana y nos revisaron como a cualquier persona, ¡a nosotros, que íbamos en short! Inmediatamente había oootra aduana a solo unos tres metros de la segunda y ¡allí nos volvieron a revisar! Justo en ese momento dejamos lo parlanchines, por que a unos metros, esperando para pasar la misma tercera aduana estaba formado el equipo contra el que jugaríamos… a esa edad, saber que entre esos había ladrones, violadores y asesinos ya íbamos perdiendo el partido como 3-0 antes de empezarlo. Al pasar esa aduana caminamos por un pasillo en el que nos encontramos con un monumento histórico: la celda donde Francisco I. Madero escribió su celebre Plan de San Luis, lanzado para la Republica desde San Antonio, Texas, por el cual en Puebla, Aquiles Serdán fue asesinado junto con… ya me desvié, borren lo anterior. La cárcel era vieja pero elegante. Salimos al patio principal del que recuerdo, había una torre de vigilancia en el centro. Había cualquier cantidad de personajes en el patio. Nos habían advertido que nos iban a presionar para que les regaláramos las playeras o los tachones, pero que por ningún motivo les hiciéramos ningún regalo. El partido comenzó en una cancha de tierra que tenía en uno de sus lados un montículo de lanzamiento para los pitchers cuando también usaban ese mismo espacio para jugar beisbol. Nosotros, como ya dije, nos llamábamos “Bélgica”, ellos “Los Presi”, nunca supe por qué. Con nosotros jugaba de apoyo José Ramón Velázquez “La Bolita” del salón de físico-matemáticas. Él, que en un momento del partido retrocedía por un ataque de “Los Presi”, acabó todo bañado en tierra y al levantarse, no dejaba de escupir la que le había entrado a la boca, ¿por qué? Cuando iba de espaldas tropezó con el montículo del beisbol y cayó rodando de espaldas; esa imagen la tengo y la he tenido siempre fresca en mi memoria; él nunca perdió la compostura a pesar de estar lleno de polvo. Yo recuerdo que tenía mi lucha personal con el jugador del medio campo de “Los Presi” del que no me dejaba. Él llevaba la batuta de su equipo y yo del mío, ¿Quién era él? El Billy. ¿No lo recuerdan? Es el que en 1979 asesinó al ex presidente municipal de la capital potosina, Antonio Ledezma Zavala junto con la esposa de éste y otro tipo, lo hicieron a batazo limpio para después irlo a tirar por las montañas que van para Ojuelos, jal. y prenderle fuego al carro que despeñaron.
         Finalmente acabó el partido con una “decorosa” derrota de… ¡10-5!  Sí recuerdo que nuestros cinco goles los metí yo, algunos de ellos como siempre, con la asistencia de mi compadre Ángel. El Lic. Quirino siempre estuvo viendo el partido desde la cancha de vóley bol que había detrás de la de futbol, cosa que nos tranquilizaba: si él estaba allí, no había mucho de que preocuparse. Me despedí bien de mi adversario directo, “El Billy”, del que me llevé una muy buena impresión de un tipo como cualquier otro, que había cometido una aberración en un momento de estupidez, pero estaba allí, con talento, excelente condición física y buena actitud. Ya de regreso a la salida, evidentemente no pudimos evitar las puyas venenosamente divertidas que nos lanzaba el “Chato” Quirino.

-Les dije que ustedes no eran nada junto a mis muchachitos.

No importaba mucho, eran de buena fe y más importante era la fantástica aventura que habíamos tenido la  oportunidad de vivir.
Estuvimos dentro del penal y nos liberaron a las dos horas de habernos recluido.

Recordè todo esto porque mi Profesor ahora tiene que presentarse y pasar lista en ese mismo penal todos los dìas. Profe, feliz día del Maestro. 


Invitada: volviendo a los invitados, esta semana me gustaría leer lo que Griselda Esparza tiene que decirnos. Gracias Gris.


3 comentarios:

  1. Estimadisimo Compadre ... despues de ir ganando 2-0 y que las hostilidades comenzaron, fue que perdimos el juego. Solo recuerdame una cosa, uno de los 5 fue de Angel no?, fueron 5 o solo 4? ... tambien te quedaste sin playera??? Ole !!!

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    1. Muy estimado Rafa (y sus lectores...) no dejo de leer tus anécdotas y la de las invitadas(os) en la mayoría he pensado en comentar para agradecerles tan increibles recuerdo, pero ahora sí que lo ameritaba pues es una anécdota que había ya olvidado.

      Como bien comenta Germán empezamos ganando, en la primera jugada en nuestro arco, efectivamente, José Ramón tropezo con el montículo de beisbol, y el delantero de ellos (el Billy a quien haces referencia) se encaró hacia su servidor que fungía como arquero... esuché un grito de un compañero de nuestro equipo que decía "sálele"... reconocí desde el primer momento al "rival" (ya comentas acusiosamente el motivo por el cual él estaba como interno) y decidí no salir... en el argot del futbol se dice que el portero "hace el cristo" cuando se "planta" frente al rival y espera que lo "fusilen" con la esperanza que le rebote el balón... a casi 27 años de distancia les he de confesar que yo me quedé congelado de miedo, y no porque "hiciera el cristo" el balón entro a la porteria y con ello el primero de 10 anotaciones que recibí...

      El primer tiempo la portería que "defendí" (literalmente entre comillas) daba a la pared de la prisión de fácil 15 metros de alto, el problema fue que en el segundo tiempo la portería daba hacia una explanada en donde el resto de internos apoyaba a su "selección". Probablemente quienes asistieron no lo recuerden o no lo escucharon, pero de esa zona salían repetidos gritos como: "...vamos a pedir rescate por los chavos..." a partir de ese momento dejé de preocuparme por los embates del equipo rival y volteaba permanentemente a ver si el famoso "Chato" Quirino seguía por ahí... según yo en el primer tiempo recibi 3 o 4 goles... para la segunda mitad debieron ser 7... no me justifico, pero con lo que he señalado se imaginarán que lo que menos me interesaba era "cuidar" mi porteria.

      Gracias por tus comentarios y los de los colaboradores invitados. Un gran saludo a todos, en especial a Germán, Angel, al Dr. Carmona y tantos compañeros de tantos años y anécdotas.

      Roberto Palacios

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  2. A como no recordar ese gran día!! Todos eramos unos auténticos guerreros...que digo guerreros...TRANSFORMERS!!!jaja Sí nos transformamos autentica mente en hombrecillos con patas de gelatina...corazón de pollo y tal vez alguno que otro con seguidilla!!jaja magnifico día ahora que lo recuerdo creo que me sentí Piojo Águila en el Tecnológico!!! saludos a todos un gran abrazo Roberto...nos vemos el 14 de julio???

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